Hormigoneras y rastreles listos para el suministro de traviesas en una estación.
ADIF Alta Velocidad ha dado un paso clave en la modernización ferroviaria de Castilla y León con la formalización del contrato para el suministro y transporte de traviesas en la estación de Valladolid Campo Grande. La actuación contempla la fabricación, acopio y entrega de 16.000 traviesas de hormigón pretensado, fundamentales para la remodelación de vías.
Adjudicación, empresa contratada y plazo de ejecución
La adjudicación se ha realizado por procedimiento abierto, y el contrato tendrá un plazo máximo de ejecución de 50 meses. El criterio de adjudicación ha sido exclusivamente económico y ha recaído en la empresa Prefabricaciones y Contratas SAU (Precon), una de las cinco que concurrieron al proceso.
Tipos de traviesas: internacional y polivalente
El objetivo del suministro es doble: por un lado, mejorar la infraestructura actual de la estación; por otro, permitir una transición ágil y flexible entre anchos de vía, ya que se utilizarán traviesas de dos tipos: 10.000 de ancho internacional (AI-VE) y 6.000 polivalentes (PR-VE). Las primeras están preparadas para líneas de alta velocidad, mientras que las polivalentes permiten montar carriles de distinto ancho, lo que las convierte en una solución versátil para fases de obra o explotación mixta.
Producción, transporte y acopios
Las traviesas se producirán en las plantas indicadas por el adjudicatario, que deberá ser capaz de fabricar hasta 500 unidades diarias si así lo requiere ADIF AV. En cuanto al transporte, está previsto que se realice principalmente por carretera, aunque también se contempla el uso de trenes traveseros. Además, el contratista deberá garantizar la entrega de hasta 1.000 traviesas diarias en obra cuando sea necesario, asegurando un ritmo ágil y coordinado con el avance de los trabajos.
Los acopios se organizarán en fábrica y en puntos designados en la traza o zonas próximas. Al menos dos tercios del suministro deberá estar disponible en fábrica para evitar interrupciones. Además, se controlarán las condiciones de almacenamiento, el etiquetado de los rastreles y la trazabilidad de cada pieza.
La importancia de este contrato va más allá del número de traviesas. Supone preparar Valladolid para su plena integración en la red de alta velocidad española, mejorando la capacidad, la interoperabilidad y la resiliencia de su nodo ferroviario. Las traviesas de hormigón aportan estabilidad, reducen el mantenimiento y permiten una circulación más segura y cómoda para los trenes. Su incorporación a la estación contribuirá también a disminuir las vibraciones, mejorar la regularidad del servicio y aumentar la vida útil de la vía.
En términos medioambientales, la reducción de tareas de mantenimiento y la mayor durabilidad del conjunto vía-traviesa implica menos intervenciones y, por tanto, menos emisiones indirectas. A esto se suma el impacto económico positivo en la cadena industrial, desde la fabricación hasta la logística, que mantendrá empleo técnico e industrial durante el desarrollo del contrato.
La importancia de la actuación.
La estación de Valladolid Campo Grande es un punto neurálgico en la red ferroviaria del norte de España. Conecta con Madrid, León, Galicia y el eje este, y actúa como enlace clave en los flujos de pasajeros y mercancías. Su modernización, en marcha desde hace varios años, avanza ahora con este nuevo contrato que le permitirá adaptarse a las exigencias del tráfico futuro.